Tener hijos está bien. En eso estamos todos de acuerdo. Es uno de
los momentos más felices en la vida de una persona pero, como diría el maestro
Yoda, tiene también un lado oscuro: falta de sueño, pechos caídos, poco sexo (y
rapidito), gritos, llantos y discusiones... ¿Por qué nadie nos avisó antes de todo
esto?
Tener hijos está bien. En eso estamos todos de acuerdo. Es uno de los
momentos más felices en la vida de una persona pero, como diría el maestro
Yoda, tiene también un lado oscuro: falta de sueño, pechos caídos, poco sexo (y
rapidito), gritos, llantos y discusiones... ¿Por qué nadie nos avisó antes de
todo esto?
Este libro no es una guía ni un manual de autoayuda, sino un recuento de
todas esas cosas, recogidas con humor —la mejor forma de sobrevivir— por una
madre que, a pesar de tener tres niños, aún se siente una primeriza. La autora
comparte así sus sentimientos y sus vivencias personales de una forma abierta y
realista, sin ocultar ni disfrazar los aspectos menos glamurosos de la
maternidad, como la irrupción en el mundo del legging y del brassier de abuela,
los días en pijama y sin bañarse hasta la hora de comer, la aventura
interminable de salir de casa con el bebé, la constatación de que tus hijos
tienen más vida social que tú o las interesantísimas conversaciones de los
adultos sobre pañales, el kinder, las clases de ballet y los berrinches.
Descubrirás así que,
antes que tú, otras madres y padres desesperados han vivido algo similar, o
peor. Y, pese a todo, algunos incluso se han mirado a los ojos y se han lanzado
de nuevo a esa aventura apasionante que es tener y criar a un hijo.
Introducción
¿Quién es quién?
Cuando lo estas intentando.
El embarazo.
Fiebre materialista.
El parto.
Los primeros días. ¿Y ahora qué?
Lactancia materna.
Comiendo comida.
Caca, culo, pedo, popí.
El sueño.
Aspecto físico y cuidado personal.
Tu nuevo carácter.
Sexo y relaciones de pareja.
El día a día con niños.
Vida social.
El pediatra.
Cuando tienes más de un hijo.
Cosas odiosas de ser padres.
Pequeños cambios absurdos que colonizan tu vida.
Momentos presuntamente felices con niños.
Del pozo no se sale nunca.
Agradecimientos.